Un viaje en el tiempo

El Château de Saint-Michel-de-Lanès

Bajo la sonrisa misteriosa de la diosa Atenea se erige un castillo con tejado de pizarra y balaustres de piedra rubia que domina un amplio parque diseñado hace dos siglos. En el corazón de Saint Michel de Lanès, aldea medieval con encantadores vergeles, el castillo es testigo a su manera de la historia perturbada de la región de Lauragais.

Un castillo y sus leyendas

Obra harmoniosa, el castillo comienza su carrera bajo el reinado de Enrique IV como casa señorial, después se convierte en casa solariega y finalmente, bajo Luís XVI, accede al rango de castillo. Son abundantes las leyendas alrededor del castillo, en particular la de la tempestuosa visita de Catherine de Médicis, Condesa del Lauragais, que habría donado al castillo las esculturas que dominan la fachada. Como recuerdo, nuestra primera habitación lleva el nombre de su enérgica soberana. Pero de nuestras paredes surgen otros bajorrelieves, “faunas”, “grotescos’ o guirnaldas de flores crean una atmósfera fantástica bajo los rayos del sol...
Los habitantes del castillo han vivido numerosas aventuras novelescas que a nuestros huéspedes les gusta escuchar en el perfume de las rosas antiguas que elegantes castellanos dejaron como legado.

Las damas del castillo

La pequeña historia, la que vive en el corazón de las leyendas familiares, es desgranada a la hora del aperitivo: las damas del castillo han dejado a Saint Michel de Lanès un emocionante recuerdo.
Desde la encantadora Sophie Ardenne (hermana de Arnaud, el armador de la región de Aude que participó en la guerra de la independencia americana), que descubre en 1762, gracias a los amores contrariados de la nueva Héloïse, que Rousseau, el ciudadano de Ginebra, era más próximo de los trovadores que de los higonotes, hasta la Condesa de Monts, una viuda de corazón maternal que invitaba a los niños de la escuela a suntuosas meriendas. ¡Todas ellas mujeres valientes y apasionantes!
Todas han confiado a su castillo un extraordinario secreto: cartas o libros de cuentas van desvelando poco a poco a estas fascinantes heroínas. Un castillo… ¿acaso no es una máquina de remontar el tiempo, la vida y los amores?